sábado, 18 de diciembre de 2010

Homenaje a Miguel Hernández


Miguel Hernández: "Un día iré a la sombra de tu pelo lejano"
En un pequeño pueblo de la provincia de Valencia; Conocido por pocos, pues sus tierras no narran grandes gestas, ignorado por otros muchos. Dos niñas se encontraban recogiendo frutas en el bosque, a las afueras de su poblado. La madre de las pequeñas llorando la muerte de las niñas, consolada por algunos curiosos que acuden al oír tan desesperado llanto. Había caído una bomba cerca del bosque donde las dos hermanas se encontraban. Al atardecer, las dos pequeñas regresaban a su casa rodeadas de vítores y aplausos. Tras recibir el caluroso abrazo de su madre, narraban a los presentes su azarosa aventura. Corría el año 1936, España se encuentra en plena Guerra Civil; el hambre, la desesperación y la confusión eternos compañeros de los españoles.
En un contexto de injusticias, revolución, miedo y muerte; un poeta, Miguel Hernández, encuentra un hueco para el amor. Fue más adelante, cuando Joan Manuel Serrat, con motivo del centenario en 2010 del nacimiento de nuestro querido poeta de Orihuela, puso voz y música a tan esperanzador poema: “Canción del esposo soldado”.
Tras recibir la noticia de que va a ser padre, Miguel que se encontraba en el frente, mandó este poema a su esposa. Donde se ven reflejadas las tres grandes obsesiones de su vida: la guerra civil, la descendencia y la muerte. Su primera obsesión, la guerra civil, se ve reflejada en palabras como: plomo, balas, trinchera y fusil. Con ellos trata de plasmar sus sensaciones, vivencias y recuerdos del tiempo que permaneció en el frente. La segunda de sus obsesiones, la descendencia, la vemos reflejada por el empleo de palabras como: sementera, sangre, vientre, besos, mujer, hijo; ponen de manifiesto que para Miguel su mujer y su hijo fueron las piezas clave para superar el trance por el que estaba pasando. La tercera y última de sus obsesiones, la muerte, la encontramos en palabras como: paz, polvo, estruendo, huesos, que expresan su manera de sentir la soledad. En el poema, nuestro autor recurre a los recuerdos de sus seres queridos y ansias de reencuentro: “Un día iré a la sombra de tu pelo lejano. Y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo cosida por tu mano.”

2 comentarios:

  1. Un texto muy bonito acerca de aquel poema de Miguel Hernández. No esta de más recurrir de vez en cuando a la literatura en periodismo, tal y como dijeron algunos expertos en las pasadas jornadas (y que otros contradijeron, claro está).

    Os hago un apunte: podríais poner alguna referencia, sobre todo, enlazar el poema para leerlo completo, o dirigir a un vídeo con la canción... Los enlaces os pueden ayudar a completar la información del texto, sin necesidad de agobiar al lector :)

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  2. Muy bonita entrada. Literaria (que no está mal tener un conocimiento de esto en periodismo) y con mucho sentimiento ^^
    Apoyo el comentario de El Referente: podríais poner un vídeo o un enlace con la canción y que se pueda escuchar :)
    Un saludo! :)

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